Un mes antes que estallara la crisis carcelaria, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, montó un sistema de contención y prevención de contagios en cárceles con protocolos de traslados de detenidos y montó carpas en el exterior de los penales donde se internaran los presos que forman parte de la población de riesgo de contagio de Covid 19 con el objetivo de que los jueces no se vean inducidos a dictar sus prisiones domiciliarias.
“Es decir, hay alternativas humanitarias que no implican excarcelaciones. Esto se instaló el mes pasado”, confió a La Nueva República un funcionario del gobierno de Córdoba. La idea es similar a la que propuso la ex ministra de Seguridad Patricia Bullrich, presidente del PRO.
La semana última hubo en varias provincias ruidosos cacerolazos para protestar contra la liberación de presos de alta peligrosidad de los servicios penitenciarios federal y bonaerense que pidieron ser beneficiados con prisiones domiciliarias para prevenirse del coronavirus. Muchos jueces las otorgaron y ahora las están revisando. En la provincia de Córdoba, en cambio, se resguardarían del Covid a los presos en los propios penales, con aislamientos preventivos para prevenir contagios.
Más allá de las medidas del Poder Ejecutivo cordobés, el juez de Control en lo Penal Económico de la Ciudad de Córdoba, Gustavo Hidalgo, rechazó un hábeas corpus colectivo de 254 presos de la cárcel de Bouwer. El caso contrario al juez Victor Violini, de la Cámara de Casación bonaerense, que el 8 de abril concedió un habeas corpus colectivo que abrió las puertas de las cárceles a muchos reclusos, incluso algunos violadores.
En Córdoba, se instalaron carpas sanitarias en las penitenciarias de la provincia. Además, se realizó el testeo al equipo de salud del Servicio Penitenciario y fortalecen las medidas de prevención.
Las carpas se instalaron en el complejo carcelario de Bouwer, Establecimiento Penitenciario N°3, en el Establecimiento Penitenciario N°6 de Río Cuarto y el N° 7 de San Francisco.
El Ministerio de Salud y el Servicio Penitenciario, dependiente del Ministerio de Justicia y DDHH, implementó el armado de carpas sanitarias para la eventual atención de pacientes positivo en estado leve, con las medidas de bioseguridad y previsiones médicas (recursos humanos, infraestructura y equipamiento) indicadas por el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) de la provincia.
En el Complejo Carcelario N° 2 de Cruz del Eje se adecuó un ala del hospital de la ciudad que se conecta con el complejo. En el resto de los establecimientos se adecuaron espacios con las correspondientes medidas de profilaxis. “Entre las acciones que se vienen realizando en relación a la prevención y cuidado tanto de los internos/as como del personal penitenciario, cabe señalar que se efectuaron jornadas de concientización y capacitación al personal del Servicio Penitenciario de Córdoba, e internos/as sobre la pandemia del COVID 19, sobre los cuidados que deben tenerse para evitar su contagio y sobre sintomatología”, señaló un comunicado oficial del gobierno de Córdoba.
“Para fortalecer las medidas de prevención el Complejo Carcelario de Bouwer no recibirá nuevos internos mientras dure la emergencia sanitaria. Las personas que sean detenidas en la ciudad de Córdoba y área metropolitana serán trasladadas, previo controles forenses de rigor, a la Unidad de Contención del Aprehendido (EP N° 9) y serán alojadas en un pabellón especial acondicionado al efecto”, agregó.
Las personas detenidas que presenten sintomatología de COVID-19 serán derivadas al Hospital Rawson para los exámenes de rigor y activación de protocolos pertinentes. Mientras que los detenidos que deban ser alojados en Establecimientos Penitenciarios del Interior, ingresarán al Servicio Médico, donde serán valorados y quedarán en aislamiento por 14 días. En caso que presenten sintomatología de COVID-19 serán derivadas al hospital de referencia para los exámenes de rigor.
